Siendo la mayor cadena de distribución minorista de Estados Unidos, Walmart ha anunciado este martes que dejará de vender municiones para armas que no sean rifles de caza y sus similares. La compañía también le solicitará a sus clientes que no porten sus armas a la vista cuando visiten sus tiendas, aunque las leyes estatales lo permitan. Por último, suspenderá la venta de pistolas y revólveres en Alaska, el único Estado en el que todavía las comercializaba (en el resto del país solo vende escopetas de caza).
Estas medidas se dan a conocer a los pocos días del tiroteo masivo que dejó siete muertos en Odessa, Texas, y a casi un mes de la masacre de El Paso, en donde fueron asesinadas 22 personas. Según las cifras proporcionadas por la empresa, reducirán su participación en el mercado de municiones de alrededor del 20% a un rango entre el 6% y el 9%.
Una vez que se les acabe el inventario actual, los hipermercados Walmart dejarán de vender municiones para pistolas y rifles de cañón corto, incluidos los cartuchos de calibre .223 y los de 5.56, que son para caza y tiro deportivo, pero también pueden usarse en armas militares. La cadena minorista continuará vendiendo rifles de cañón largo y pistolas de tiro, así como otras armas de fuego y municiones para cazar. “Tenemos una larga tradición como compañía de servicio de cazadores responsables y deportistas, y vamos a seguir haciéndolo”, decía el comunicado de McMillon.
Desde el tiroteo de El Paso, McMillon ha expresado que muchos clientes se han sentido inseguros en sus tiendas cuando ven a alguien cargando una pistola al descubierto, como lo permite la ley en Estados como Texas. “Estos incidentes son preocupantes y nos gustaría evitarlos”, sostuvo el director ejecutivo en el comunicado de este martes. Por eso la empresa está “solicitando respetuosamente” a las personas que acuden a sus hipermercados que las cubran. Salvo a las autoridades.