Gran parte de la isla caribeña de Barbados suspendió las actividades el lunes mientras la tormenta tropical Dorian se acercaba a la región y se fortalecía, amenazando con convertirse en un pequeño huracán que, según los meteorólogos, podría afectar Puerto Rico y países vecinos en los próximos días.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, ordenó suspender las clases y cerrar las oficinas gubernamentales a lo largo y ancho de la isla, y también pidió a la gente permanecer en interiores.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos emitió una alerta de tormenta tropical para Barbados, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas. También emitió el aviso para Dominica, Martinica, Granada, Saba y San Eustaquio.
Se prevé que la tormenta deje caer entre 5 y 10 centímetros de lluvia en Barbados e islas aledañas, con cantidades aisladas de 15 centímetros.
La cuarta tormenta tropical de la temporada de huracanes del océano Atlántico se ubicaba a 330 kilómetros al este-sureste de Barbados el lunes por la mañana. Se movía a una velocidad de 23 kilómetros por hora (y tenía vientos máximos sostenidos de 85 km/h).
Los meteorólogos dijeron que podría pasar por el sureste de Puerto Rico el miércoles por la noche como un huracán de categoría 1 y luego azotar la punta sureste de República Dominicana el jueves por la mañana.