Durante 60 minutos, la selección de Países Bajos (Holanda) amenazó con dar la campanada en la gran final de de Lyon, pero Estados Unidos acabó metiendo una velocidad más al partido para ganar 2-0 y levantar por cuarta vez el título de la Copa Mundial Femenina de la FIFA.
Sari van Veenendaal sobresalió en el conjunto europeo, cuyos contragolpes, liderados principalmente por Lieke Martens y Vivianne Miedema, inquietaron por momentos a la retaguardia estadounidense.
Sin embargo, Alex Morgan provocó un penal, Megan Rapinoe lo transformó con frialdad en el minuto 61 y, a partir de entonces, Estados Unidos plasmó su superioridad. Rose Lavelle culminó el triunfo con una magnífica acción individual.
La selección estadounidense llegó al torneo con un único objetivo: ser campeona. Superó distintas adversidades a lo largo del certamen, supo aislarse del ruido exterior, se centró en su deber y cumplió. Su valerosa actuación contra Países Bajos en la final, donde ambos equipos se dejaron la piel, acabó dándole la victoria. Las de Jill Ellis se van de Francia como campeonas del mundo y deseando lucir ya su cuarta estrella en el pecho.
La selección de Países Bajos resistió 60 minutos contra el poderío estadounidense, y puede sentirse muy orgullosa de su partido. Sari van Veenendaal estuvo colosal y el equipo generó peligro al contragolpe. Finalmente, el cansancio y el talento de las norteamericanas acabaron decantando la balanza.