La belleza de Erika Alcocer permanece mejor que nunca, es una mujer que siempre ha sido segura de sí misma, y ha demostrado esa seguridad tanto con 40 kilos de más como de menos.
Y es que el momento en el que ella saltó a la fama en un reality show como cantante, fue un duro episodio de su vida, en el que calmaba su dolor con la comida, la cual se convirtió en su adicción, y todo se desencadenó cuando confirmaron que su hijo Erik tenía síndrome de down.
En varias entrevistas la cantante confesó que subió 30 kilos en tres meses, y que la comida era su anestesia al dolor por el proceso que estaba pasando.
Sin embargo, fue su constancia, perseverancia y amor propio lo que la impulsó a mejorar sus hábitos alimenticios, entrar a un gimnasio y alcanzar su meta de llevar una vida sana.
Por ello, recientemente lució el resultado de todo su esfuerzo con una foto en bikini mientras disfrutaba de la playa.
La cantante publicó una foto en su cuenta de Instagram donde dejó ver su espectacular figura, la cual cuestionaron sus seguidores, y a lo que ella respondió que practicaba box, pesas y recientemente entrenamiento funcional.