La alarmante noticia del infarto de Iker Casillas ha puesto sobre la mesa si los controles para prevenir este tipo de situaciones son los adecuados. Apartentemente, y según recoge FIFA en su reglamento, el protocolo médico de un futbolista de alto nivel es lo suficientemente exahustiva como para estar alarmado ante cualquier anomalía.
Se informa que el portero de 37 años está ingresado en el hospital, fuera de peligro, y descartado para los tres partidos que le quedan por disputar al Oporto.
Comentarios de Facebook