La representante indígena ante el ayuntamiento de Temoaya, Estado de México, Rocío Silverio Romero, ha padecido diversos actos de discriminación desde que asumió el cargo en el año 2016, cuando exigió un espacio digno para atender a la población.
Después de muchas exigencias, por fin el presidente municipal me dice que me va a dar un lugar, entonces me lleva a un espacio que estaba vacío y me dice ‘pues ahí colócate, tráete tu petate o a ver qué encuentras para que puedas atender a tu gente”, esas fueron sus palabras, relató.
Recordó que las personas que la acompañaban se molestaron al escuchar esas palabras, “pero tuvimos la madurez en ese momento de aceptar el espacio y acercar una mesita para dar atención a la gente para que pudieran tener una puerta abierta a toda la administración pública”.
Rocío Silverio Romero representa apróximadamente a 70 mil habitantes en ese municipio; sin embargo, en un principio solo contó con el nombramiento y un sello, “pero nunca (el presidente municipal) me dio las condiciones propias para poder llevar a cabo las funciones”.
Consideramos que teníamos derecho a formar parte en la toma de decisiones por el simple hecho de ser personas, eso me motivó, me convertí en una de las inquietas que se quejaban por esta situación, así que acudí al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y logré la participación de la representación indígena dentro de las sesiones de Cabildo con derecho a voz”.
Silverio Romero, quien fue reelecta para el periodo 2019-2022, indicó que entre otros temas trabaja para exigir que el presupuesto de las comunidades indígenas se destine de acuerdo al número de población.