La actriz de Game of Thrones, Emilia Clarke, reveló que sufrió dos aneurismas cerebrales durante sus primeros años en la exitosa serie de televisión, que la dejaron convencida de que moriría.
La actriz británica dijo que su primer aneurisma cerebral ocurrió a principios de 2011 cuando tenía 24 años y poco después de que terminara de filmar la primera temporada. El segundo ocurrió en 2013 después de que terminara de filmar la temporada 3.
“Justo cuando todos los sueños de mi infancia parecían hacerse realidad, casi pierdo mi mente y luego mi vida”, escribió Clarke en el ensayo titulado “Batalla por mi vida”.
La actriz se sometió a una cirugía cerebral que la dejó con afasia, una condición que afecta a las personas que han sufrido un trauma cerebral y que las deja con problemas de habla.
“Pude ver mi vida hacia delante y no valía la pena vivirla. Soy una actriz, necesito recordar mis frases. Ahora no puedo recordar mi nombre”, agregó.
Durante la filmación de la temporada 2, Clarke, dijo, a menudo estaba tan aturdida y débil que temía morir. Llegó a tomar un poco de morfina para poder hacer entrevistas con la prensa.
En 2013, una segunda cirugía más extensa resultó en una estadía hospitalaria de un mes marcada por ataques de pánico y pérdida de esperanza.
“Recuerdo que estaba convencida de que no iba a vivir”, escribió.
Ahora está completamente sana y decidió dedicarse a SameYou, una organización benéfica para sobrevivientes de lesiones cerebrales que ayudó a desarrollar.
“Estoy muy feliz de estar aquí para ver el final de esta historia y el comienzo de lo que sea que venga después”, concluyó.