Desde hace algunas semanas, algunos usuarios comenzaron a debatir en la red asegurando que con cada nueva actualización de sistema operativo de Apple, sus dispositivos móviles funcionaban peor. Es decir, algunos abrían aplicaciones de forma muy lenta, o se ejecutaban distintas tareas mucho más lento en comparación con la versión anterior.
Por ende, miles de usuarios acusaron a la compañía por hacer lentos los dispositivos con el fin de obligar a los consumidores a comprar un nuevo iPhone.
Durante mucho tiempo, la compañía guardó silencio, pero el día 21 de diciembre, un vocero de Apple declaró que el objetivo es ofrecer la mejor experiencia a los usuarios, lo que incluye mantener el rendimiento general y la vida útil de los dispositivos.
“Las baterías de ion de litio rinden peor en situaciones de temperaturas extremas, cuando tienen poca carga o también con la degradación del paso del tiempo, lo que puede resultar en apagados repentinos del dispositivo para proteger sus componentes eléctricos.”
De acuerdo con el portavoz, Apple lanzó una función para iPhone 6, iPhone 6s y iPhone SE para suavizar los picos instantáneos sólo cuando sea necesario y evitar que el dispositivo se apague inesperadamente durante esas condiciones.
De igual modo, la compañía confesó que sus actualizaciones sí ralentizaban a los dispositivos, pero con buenos fines porque con el paso del tiempo las baterías se desgastan y lo que ellos querían evitar era que los usuarios no se enfrentaran a otro tipo de problemas.
Pero la declaración de Apple no fue del todo convincente para muchos, ya que ahora la compañía se enfrenta a una nueva demanda colectiva por no haber especificado dichos términos en las actualizaciones del sistema operativo.