Un paciente de COVID-19 internado en el Hospital Antelope Valley, en Lancaster, asesinó a su compañero de habitación porque este “no dejaba de rezar”.
El pasado 17 de diciembre, al rededor de las 9:45 de la mañana, Jesse Martínez, de 37 años, golpeó con un tanque de oxígeno a un abuelito de 82 años que comenzó a rezar.
Tras los fuertes golpes el hombre de la tercera edad perdió la vida al día siguiente, el 18 de diciembre.
*ARREST MADE* #LASD Homicide Detectives Responded to a Death Investigation at Antelope Hospital #Lancaster, 12/17/2020. https://t.co/Fg9FEGII8d pic.twitter.com/pxqdh3zrfl
— LA County Sheriffs (@LASDHQ) December 23, 2020
El hombre, que ahora es sospechoso de asesinato en primer grado, fue arrestado por la policía de Los Ángeles luego de que personal del hospital denunciara la agresión.
De acuerdo con el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, Martínez será investigado por un crimen de odio motivado por la religión del hombre mayor.
El acusado permanece detenido con una fianza fijada en un millón de dólares. Además de que deberá comparecer ante el juez el lunes 28 de diciembre.
