Un nuevo estudio de investigadores de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins comprobó que los adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales tienen más probabilidades de altos niveles de conductas internalizantes, con ansiedad o depresión, en comparación con los adolescentes que no las usan.
El estudio, publicado en línea en la revista ‘JAMA Psychiatry’, examinó el tiempo que los adolescentes pasaron en las redes sociales y dos tipos de comportamientos que pueden ser indicadores de problemas de salud mental: internalización y externalización.
La internalización puede implicar retraimiento social, dificultad para lidiar con la ansiedad o la depresión o dirigir los sentimientos hacia adentro. La externalización puede incluir agresión, actuar, desobedecer u otros comportamientos observables.
El estudio encontró que el uso de las redes sociales durante cualquier cantidad de tiempo se asoció tanto con un mayor riesgo de informar problemas de internalización solos como con síntomas concurrentes de problemas de internalización y externalización. No se encontró una asociación significativa con el uso de las redes sociales y los problemas de externalización solos.
“Muchos estudios existentes han encontrado un vínculo entre el uso de medios digitales o sociales y la salud de los adolescentes, pero pocos miran esta asociación a lo largo del tiempo”, resalta la autora principal Kira Riehm, estudiante de doctorado en el Departamento de Salud Mental de la Escuela Bloomberg.
Las redes sociales tienen la capacidad de conectar a los adolescentes que pueden ser excluidos en su vida diaria. Necesitamos encontrar una mejor manera de equilibrar los beneficios de las redes sociales con posibles resultados negativos para la salud –dice Riehm–. Establecer límites razonables, mejorar el diseño de las plataformas de redes sociales y centrar las intervenciones en la alfabetización mediática son todas formas en que potencialmente podemos encontrar este equilibrio”.