Petróleos Mexicanos ya perdió cerca de 45 por ciento del mercado de turbosina en el país, esto luego de la apertura que permite a empresas particulares firmar sin problemas contratos de suministro con las aerolíneas.
Pese a esta situación, en México aún existe un sobreprecio de 300 millones de dólares que está afectando la rentabilidad del sector.
Durante su participación en el foro Argus México Fuel Markets Summit, Mauricio Arellano, director de Combustibles de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), aseguró que el sector de aviación ha crecido de manera importante los últimos años, y con ello la demanda de combustible.
Aseguró que las empresas privadas que ya están importando el combustible, así como aquellas que compran a Pemex y hacen sus propias mezclas, han logrado acaparar 45 por ciento del mercado, pues cuentan con contratos con aerolíneas en diferentes aeropuertos del país.
“México, luego de tener un modelo cerrado con solo dos entes (Pemex y ASA), ya tiene un modelo abierto. Hoy ya se observa que otros agentes están importando el combustible y están entregándolo directamente en nuestras terminales, sin pasar por la administración de Pemex, todo esto bajo los contratos que ya tienen con las aerolíneas”, comentó.