El nivel de radiactividad tras la explosión ocurrida el jueves pasado en una base de pruebas de misiles en Rusia excedió en más de 16 veces el habitual, alertó ayer la agencia rusa de meteorología.
El organismo consideró que los niveles de radiactividad no implican ningún peligro para la salud, por lo que las autoridades cancelaron la evacuación de la ciudad de Nyonoksa.
Previamente, la portavoz de la administración, Xenia Yudina, comentó que “el departamento territorial de Nyonoksa fue notificado de las actividades planificadas de los cuerpos de mando militar para el desalojo”.
El Ministerio de Defensa dijo que la radiación no se había alterado tras el incidente, pero las autoridades de Severodvinsk indicaron que sí había un repunte en el nivel de radiación. Greenpeace calcula un aumento de 20 veces en el nivel de radiación nuclear.
Por su parte, el Kremlin apuntó que “no debe caber duda de que todas las instituciones competentes garantizan completamente la seguridad de los ciudadanos”.
Cinco científicos murieron en el incidente durante el lanzamiento de un cohete Burevestnik, del que los expertos sospechan que salió toda la radiación, al estar propulsado con ese tipo de energía.