El régimen que encabeza Kim Jong Un disparó a primera hora de la mañana de este sábado otros dos proyectiles desde su costa oriental, el quinto test de este tipo en quince días, y que al igual que en los anteriores se hizo con misiles balísticos de corto alcance, según el análisis del Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS).
Pyongyang ha dejado claro que estas exhibiciones militares son una “advertencia” a Seúl y a Washington por sus maniobras conjuntas veraniegas, a través de sucesivos comunicados de los medios estatales y de declaraciones del líder norcoreano.
Sin embargo, el presidente estadunidense, Donald Trump, aseguró este sábado que Kim le ha ofrecido una “pequeña disculpa” por las recientes pruebas de misiles balísticos de corto alcance realizadas por su propio Gobierno en una carta que le envió esta semana.
“Fue una pequeña disculpa por probar los misiles de corto alcance y (dijo) que estas pruebas se detendrían cuando terminaran los ejercicios”, dijo Trump en Twitter, en alusión a los periódicas maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos.
De hecho, Trump explicó que a Kim le gustaría reunirse y comenzar las negociaciones con Estados Unidos “tan pronto como terminen los ejercicios conjuntos” entre Seúl y Washington.