Un grupo de ganaderos del municipio de Navolato denunciaron que se encuentran en el olvido por todas las autoridades, pues lamentaron la diferencia mostrada por los gobiernos federal, estatal y municipal en torno a la caída del precio en el que se encuentra actualmente el ganado.
“Yo creo que eso que planteamos en relación al ganado que no podemos sacar y que entran de otros países por falta de atención de nuestras autoridades, de la Unión. El estatus sanitario que teníamos se nos bajó de tal manera que en estos momentos no podemos exportar a Estados Unidos”, lamentó el ganadero Luis Alfredo Montes.
Además, denunció que la importación ilegal por la frontera sur del país está afectando la actividad, y las autoridades federales han hecho caso omiso, beneficiando a un grupo determinado de intermediarios, no dándoles voz a los ganaderos locales, quienes son los más necesitados.
En rueda de prensa, acompañado de otros ganaderos, Jorge Pugna expresó que están en la idea de crear una nueva organización para darle impulso a la autoridad ganadera, ya que muchas familias viven de la ganadería, y la situación se encuentra difícil.
Dieron a conocer que en Sinaloa el precio en pie del ganado es de 40 pesos; mientras que en Sonora y Chihuahua ronda entre los 70 u 80 pesos. Lamentó que desde hace más de treinta años los precios en Sinaloa para el sector ganadero se mantenga igual, dejando al ganadero siempre desprotegido.
“Estamos en una situación muy crítica al ver que las autoridades que nos representan en el ámbito de la agricultura y ganadería que no defienden los intereses que puedan mejorar la calidad de vida de los ganaderos.”
El afectado lamentó que por intereses políticos los líderes ganaderos no trabajan de manera eficiente, debido a que los presidentes de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa (UGRS) solo son empleados del gobernador en turno, ya que no se elige democráticamente, sino que es designado.
Exigen que el Comité de Sanidad Animal no dependa de la Unión Ganadera, sino que sea un comité de ciudadanos interesados en la salud pública, donde puedan participar especialistas y ganaderos para darles voz y voto.