Nuevamente el maestro Atanasio Loza Bazan hizo de las suyas en el Congreso a un año de que golpeó a un guardia y ahora llegó a la sesión a insultar a la diputada Karla Montero, a la que a bocajarro le grito machorra.
El maestro a grito abierto primero la cuestionaba por qué no asistió a la sesión el día que se votó a favor del matrimonio igualitario.
Los gritos despertaban la curiosidad de algunos asistentes y de los mismos diputados, Loza Bazán enardecido también sin que los periodistas se lo pidieran se convirtió en su defensor al regañar a la diputada porque no les pidió disculpas después de que los acusó de chayoteros.
“En lugar de pedirles disculpas por acusarlos de chayoteros te fuiste a Mazatlán…”, le dijo y la diputada le gritaba desde su curul, mientras su asistente y su guardia de seguridad se instalaban atrás del profesor.
Luego el maestro le dijo: “Si crees que porque eres machorra ya te crees mucho…”, en tanto algunos legisladores se agachaban y nadie fue en defensa de la legisladora.
“Sí soy homosexual a mucha honra y mi familia no se avergüenza de mi como tú de tu hermano que se murió”
La Legisladora nunca ha negado sus preferencias sexuales, e incluso muchas veces hace gala de ello y así lo demostró después de los insultos del maestro, de manera irreverente durante la sesión se paseó por todas las curules con un sombrero calado a la cabeza.
¡Que irrespetuosa! señalaban diputadas que la veían con cierto morbo.
Algunos legisladores opinaban que nadie respeta el recinto parlamentario.
La diputada presumía el sombrero que le había regalado hacía unos minutos el diputado del PRI Faustino Hernández, quien desde que inició la legislatura no se quita el sombrero “por algo le dicen el pantera, es lo contrario a Karla”, bromeaban diputadas de Morena.
“Ahora les va a hacer competencia a Faustino, Gildardo, Ocadio y Florentino”, decían los diputados y la legisladora amenazaba que seguirá llevándolo en las subsecuentes sesiones.
Martita Arredondo, la secretaria parlamentaria que siempre ha cuidado el buen funcionamiento y sobre todo, el respeto al recinto parlamentario, quiso intervenir, pero de plano la ignoró.
“Le dije que se quitara el sombrero, pero me dijo nadie respeta eso.”