A pesar de que admitió haber leído la tarjeta, la senadora de Morena, Citlalli Hernández, evitó revelar el nombre de quien le envió a su oficina del Senado el paquete explosivo la semana pasada.
“Lo único que puedo decirles, porque creo que debemos ser muy responsables con que la autoridad correspondiente realice las investigaciones, es que el libro llegó con una nota amable, reconociendo mi trabajo, no sabemos quién la envió”.
En conferencia de prensa, la legisladora federal rechazó a pregunta expresa que el incidente de la semana pasada se haya tratado de una mentira.
“Responder con mucha claridad que me considero una persona honesta y una persona que no realizaría ningún tipo de acciones como un autoatentado. No tendría por qué hacerlo. Todo mundo está en la libertad y el derecho de interpretar lo que sea, pedimos que no se especule”, afirmó.