Los “chalecos amarillos” de Francia volvieron a tomar las calles del país para protestar contra las políticas del presidente Emmanuel Macron por el alza de los combustibles.
En su Acto XXVII, las manifestaciones de este sábado, son consideradas las de menor convocatoria por el Ministerio del Interior con un cálculo de 15 mil 500 participantes desde noviembre pasado.
La tendencia de las manifestaciones va a la baja luego de que la semana pasada, las autoridades estimaron 18 mil 600 manifestantes en toda Francia, con lo que la participación se había reducido significativamente en esta jornada.
En esta nueva ola de protestas, varios escaparates comerciales y un kiosko sufrieron daños durante los choques entre policías antimotines y manifestantes.