El hostigamiento contra cristianos va en aumento. En 2018, cuatro mil 305 creyentes de esta religión fueron asesinados, de acuerdo con la organización evangélica Puertas Abiertas. 40 por ciento más que en 2017, cuando hubo tres mil 66 asesinados.
El pasado 21 de abril, 253 personas murieron en Sri Lanka en una ola de atentados terroristas contra templos católicos y hoteles de lujo, mientras participaban en misas con motivo del Domingo de Resurrección.
En Asia, 30 por ciento de los fieles sufre persecución, lo que lo convierte en el peor continente para practicar esta creencia.
“Uno de cada tres cristianos en Asia sufre persecución a nivel alto, muy alto o extremo, mientras que en África se trata de uno de cada seis”, reportó la organización.
De acuerdo con la Lista Mundial de la Persecución, el hostigamiento a cristianos toma en cuenta la violencia física como la que se ejerce en el ámbito privado.
“Optamos por una definición amplia que tiene en cuenta tanto la dimensión visible de la violencia física como la parte menos visible de la persecución y que afecta a diferentes ámbitos de la vida cristiana: ámbito privado, ámbito familiar, ámbito social, ámbito de iglesia y ámbito nacional”, expresó la organización.
El año pasado, mil 847 templos fueron atacados y tres mil 150 creyentes fueron arrestados.
Los países más peligrosos son Afganistán, Somalia, Sudán, Pakistán, Eritrea, Libia, Irak y Yemen.
Los cristianos son actualmente el grupo religioso más acosado e intimidado en el mundo. En algunas partes del mundo, comunidades religiosas enteras amenazan con desaparecer o huir”, manifestó el documento.