En Estados Unidos ya le están diciendo adiós a su guacamole a partir de que Donald Trumo, el presidente, cierre la frontera con México. La noticia llega cuando el gobierno de Trump duplica las amenazas de cerrar totalmente la frontera entre Estados Unidos y México.
Trump ha considerado que los cruces fronterizos ilegales son una emergencia nacional y ha culpado a México y los países centroamericanos por el problema.
Amenazó: “Si México no detiene de inmediato toda la inmigración ilegal que ingresa a los Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, estaré cerrando la frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana.” Esta situación ha causado mucho revuelo tanto en Estados Unidos como en México. En el vecino país del norte, por el tema de los recursos necesarios para manejar los flujos de migración tanto legales como de ilegales; en México, por la tibia reacción de AMLO ante las amenazas de Trump y por la inexistencia de una política migratoria clara, más allá de un discurso de fraternidad.
Esto implica hacer más lento el tráfico en todas las aduanas, con todas las consecuencias económicas que esto implica, entre ellos retrasar de 3 a 5 horas el paso de más de un millón de personas y 82 mil 190 camiones de mercancías que en promedio circulan día a día, y que representan un comercio de poco más de seis millones de dólares diarios. Una segunda medida, ya mucho más extrema, implicaría cerrar completamente algunos puertos. Según las mismas declaraciones de Nielsen, esa posibilidad es aún lejana. Sin embargo, ya está en la mesa pues, desde su perspectiva, el sistema está en “caída libre” y hay que detenerlo antes de que llegue más lejos.
En México ya se pueden ver consecuencias económicas. Si durante la primera, segunda y tercera semana de marzo el peso había sido un ganador como resultado de una postura menos agresiva de la Fed, la semana pasada rompió la magia y, a partir del miércoles 27, se dio la vuelta al sufrir una depreciación de 1.34% y el viernes de 0.45%, lo que la dejó como la tercera divisa emergente más golpeada, solo debajo de Rusia y Hungría.