La selección argentina fue ampliamente superada por Venezuela, en el Wanda Metropolitano y se llevó una histórica victoria por 1-3 en el regreso del capitán albiceleste, más de ocho meses después de abandonar cabizbajo el Mundial.
A esta Argentina en construcción, que de salida alineó a cinco jugadores que nunca habían estado sobre un terreno de juego con Messi -los 3 “Martínez”, Gonzalo Montiel y Juan Foyth-, todavía le chirrían demasiados engranajes.
Venezuela, al contrario, sí sabe a lo que juega, porque lleva un proceso más largo (desde el 1 de abril de 2016, cuando Rafael Dudamel se hizo con el mando) e integró con naturalidad a los sub’20 que se proclamaron hace dos años subcampeones del mundo.
La escuadra argentina no mostró en todo el primer tiempo más que los destellos de Messi. Un poco del “10” aún sigue siendo mucho en esta Albiceleste, que se agarra al ídolo como única tabla de salvación.
Tras el descanso, el capitán albiceleste volvió a rescatar a su selección, recuperó un balón en el centro del campo, lo condujo con un par de toques con el pecho y abrió a la banda, donde Lo Celso vio el desmarque de Lautaro para que, esta vez sí, el delantero del Inter superase a Fariñez.
Sin embargo, el gol no asustó a Venezuela. En el minuto 75, el goleador de la MLS se fabricó un penalti, por obstrucción dentro del área de Foyth, y lo ejecutó de forma poco ortodoxa pero efectiva, para asegurar un histórico triunfo de la Vinotinto, que incluso pudo disfrutar del tramo final del partido de los “olés” de la mayoritaria afición venezolana.